Poesía para Los Niños


 HOMENAJE A NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS



“Cuando se tiene un hijo, 
se tienen todos los hijos del mundo"  
(Andrés Eloy Blanco- Poeta Venezolano)

Nuestros pequeños seres son los hombres y las mujeres del mañana. Construimos junto a ellos y a ellas, un mundo de amor, de protección, de bellos sueños, de paz, de alegrías... y el papel de cada madre, padre, abuelo/la, educador/ra... como comunidad y sociedad, han de velar por sus derechos, su integridad, su crecimiento, sus conocimientos... para esa edificación del hombre y la mujer del mañana, que la humanidad necesita y reclama.

Lamentablemente, el mundo de nuestros niños y niñas, no es el mundo que esperamos para ellos. Vemos una cruda realidad ante nuestros ojos:

* Niñas y niños que atraviesan una crítica y difícil situación económica, moral, social y cultural.

* Niñas y niños víctimas de las guerras, muertes, tráfico infantil, maltrato y violencia. 

* Niñas y niños echados al  abandono y al peligro, sin existir el amor y la protección de una familia, como del Estado.

* Niñas y niños que crecen en un clima de egoísmos, malos ejemplos, indiferencias...

* Madres y padres irresponsables que no ejercen su rol, sin importarles el destino de su hogar.

¿Qué podemos hacer por ellas y ellos? Hay que acabar con esa flagelo que les azota, y algún día, recuperen el amor, los valores, la confianza... para prepararlos en el camino del hombre y la mujer del mañana.

Pero también veremos:

* Niñas y niños que reclaman a viva voz sus derechos con justicia, respeto, igualdad, y participación, en esta sociedad.

* Niñas y niños que aprenden a vivir su mundo de esperanzas, solidaridad, amor y alegría.

* Madres y padres responsables, que  mantienen un diálogo abierto de confianza y optimismo, con sus hijas e hijos.
 *Educadores que se preocupan por instruir y guiar a ese hombre y a esa mujer del mañana.

¡Niñas y niños míos: Deben demostrarle al mundo, que hay una vida por delante. Aprendan a amar a Dios, a sus seres queridos, a la Patria, a la naturaleza, a los animales y a todo lo lindo y valioso que está a nuestro alrededor... Nunca permitamos que un niño  o a una niña sufra.

Hijas e hijos queridos: ¡Sean el ejemplo en sus vidas y vamos a sembrar lindos frutos! ¡Así obtendrán una abundante y buena cosecha!

¡Dios los bendiga! ¡Los angelitos y el Niño Jesús, iluminen sus tiernos corazones!  
           
SIBONEY DEL REY

(Discurso que ofrecí en el año 1999, en la Plaza Bolívar de Caracas, tras  la Celebración del Día del Niño y la Niña).
Comparto con mis apreciados y apreciadas seguidores (en especial mis niñas y mis niños), un cuento-poema de mi creación y fue elaborado en el año 1996. ¡Y sumándome a este espíritu que nos motiva la vida con grandes acciones de amor, de solidaridad, de unidad, de compartir!

Quienes llevamos el alma de la niñez por dentro, podemos darle a la humanidad, el regalo para  construir la navidad que queremos.
Los protagonistas de esta obra, son tres niños de diversos lugares de Venezuela: CARLITOS OSUNA, un habitante de un Barrio Caraqueño, LUISITO PABÓN, un simpático negro de Barlovento (Estado Miranda) y BENITO MENDOZA, un niño poeta de la etnia Wayuú, del Estado Zulia.

LA NAVIDAD DEL AMOR Y DE LA SOLIDARIDAD


 De: Siboney del Rey (Venezuela)

I





Carlitos Osuna, era un niño de ocho años de edad. Vivía en un barrio de Caracas, junto a sus padres. Era un hijo obediente, amaba mucho a la escuela. Estudiaba su segundo grado.

En su salón de clases, la maestra inició un concurso de cuentos para la navidad. Quien ganaba el concurso, tenía como premio un par de zapatos.
 
Carlitos, muy emocionado, piensa en el cuento y va a su casa a comer. Luego de ayudar a su mamá de fregar los platos, va a hacer sus tareas. A la hora de irse a dormir, le dice a sus padres:
 
La maestra nos mandó a realizar un cuento acerca de la Navidad. Como premio,  hay un par de zapatos bien bonitos. Pensándolo bien, y para realizar el  cuento, ¿El Niño Jesús es blanco como nosotros
 
Le responde su papá:

En cada hogar donde se encuentre El Niño Jesús, se comparte la alegría y la paz, con la familia,  no importa el color que sea .
 
El Niño Jesús nació en un humilde pesebre, y el amor en la navidad se une con todas las personas sin importar la distinción de clases, color de piel y credo religioso.  Le contestó su mamá.

Entonces, ¿El Niño Jesús nos quiere a todos por igual?  Se preguntó Carlitos.

Pasaban los días y Carlitos estaba muy emocionado por el cuento de Navidad. Logró de terminarlo. Le quedó de esta manera:

¿CUÁL ES EL COLOR ES LA NAVIDAD?

¿CUÁL ES EL COLOR DEL NIÑO JESUS? 


«Al Niño Jesús no le importa el color de la piel de la gente; la condición social y el origen. En esta navidad, es la época más bonita de amor, de paz, de solidaridad y de felicidad. En cada hogar, en cada familia, hay que compartir estos dones con nuestros semejantes. El Niño Jesús, nos quiere a todos, porque su amor es infinito. Mi Papá dice, donde quiera que él se encuentre, se comparte mucho con la familia y nuestros amigos. También dice mi mamá, que el Niño Jesús nació pobre en un pesebre, y todo el amor en esta Navidad, se une a todos los seres de la tierra: blancos, negros, indios, extranjeros, mujeres, niños, ricos, pobres... La Navidad anuncia la llegada del Niño Dios, y es el mejor momento para compartir en grande». CARLITOS.
 
Llegó el día señalado del concurso, todos los niños del salón, desbordados de alegría, entregaban su cuento. Las maestras sonreían.
 
Carlitos muy inquieto espera el resultado de concurso. Todos los niños del salón, se alborozaron en saber quién era el ganador. Sus madres y padres les esperaban en los pasillos de los salones de clase.
 
¡Ya tenían el ganador! La directora, y las maestras, aplaudieron a las niñas y a los niños por sus cuentos. Obsequiaron golosinas y refrescos. Anunciaron el ganador: Carlitos Osuna. Lleno de emoción recibe su par de zapatos -cortesía del Sr. Mohamed, el comerciante árabe que vende zapatos cerca de la Escuela-. Sus padres se contentaron mucho. Algunos de sus compañeros lo felicitan, otros lloran, otros demostraron sus sentimientos de tristeza, al no ganar el concurso.

La maestra Celia abraza a Carlitos. Sus padres contentos lo besan y lo alzan. Llegaron a casa muy alegres. La mamá le da su almuerzo y le guardó un dulcito de lechoza.
 
Carlitos ya tenía su par de zapatos para el estreno de diciembre, con su camisa  roja de rayas azules y blancas que le confeccionó su mamá, más su pantalón de vestir azul marino, sus calcetines e interiorcitos blancos.


II



Luisito Pabón,  era un simpático negro que vivía en Barlovento. Ver sus ojos, era como ver el amanecer de un día radiante. Contaba con sus ocho años y vivía en una modesta casa con sus padres y su hermanito Francisco. Era muy buen hijo:  cuidaba y jugaba con su hermano pequeño y era estudioso. Cursaba también su segundo grado. Acercándose la fecha para Navidad, la maestra decide realizar un concurso de artes plásticas, sobre motivos navideños. El premio consistía en una cesta de comida.

Luisito muy alegre con la noticia, entra a su casa y encuentra a sus padres almorzando con su hermano pequeño, y les expresa sobre lo acontecido. Ellos comparten su alegría y la mamá lo esperaba con su plato servida.
 
¿El Niño Jesús es negro como nosotros? - Preguntó Luisito a sus padres. 

En cualquier parte que se encuentre el Niño Jesús en esta Navidad; nos derrama su bendición y nos llena con su amor. Le respondió su papá.

Luisito, donde reina los sentimientos, así sea en esta humilde casa, en todos los rincones del mundo, él quiere a toda la humanidad, empezando por los niños. A él no le importa el color que tengamos, lo que somos, lo que hacemos y lo que creemos. El nos ama de verdad. Le afirmó la mamá.

El fin de semana, Luisito se prepara para realizar su obra sobre el Niño Jesús. Su papá le buscó la madera y su mamá le escogió los colores para que empezara hacer su pintura (se inspiró en un niño Jesús negrito, con el parecido de su hermano Francisco, y escribir muchos mensajes a su alrededor).

Su obra estaba terminada al caer la noche. Su hermanito pequeño, no dejaba de llorar, porque también quería pintar. Le quedó tan interesante y resaltaba hermosos colores.  En el mensaje que ilustró debajo del Niño Jesús, decía:

 «El Niño Jesús se pinta de blanco, de negro y de indio; se pinta de pobre y de rico; de campesino y de obrero, de alegre o triste; de extranjero o criollito... Así es el Niño Jesús: Se pinta con el sentimiento del pueblo, de la fe y del amor que nace entre la humanidad. Él es uno solo, para todos los que habitamos sobre la faz de la tierra. En la Navidad, es tiempo de dar y recibir amor, paz, dicha y felicidad... dándonos su infinita bendición a todos los niños, donde podamos compartir el inmenso amor tan solidario que nos obsequia...» LUISITO.

Llegó el día para la presentación de las obras artísticas, elaboradas por los niños y las niñas del salón. Resaltaba el cuadro de Luisito Pabón. Los niños con sus padres y madres, esperan con alegría al feliz ganador. Premiaron a los finalistas con conservas de coco, mermeladas de plátano y bombones chocolates artesanales a montón. El ganador fue Luisito. La maestra, le obsequia la cesta navideña, y feliz, comparte las golosinas con sus compañeritos y compañeritas. Recibió muchos abrazos y felicitaciones. Sus padres, contentos le dieron un fuerte abrazo y muchos besos. 



III



Benito Mendoza (un niño de la etnia wayuú), vivía con sus padres en la Guajira Zuliana. Contaba con nueve años de edad. Era un niño inteligente, y colaborador con las faenas de su casa y de la comunidad. Además, le gustaba su escuelita, donde  estudiaba su tercer grado.
 
En su escuela, se realizó un concurso acerca una actividad navideña como canciones, poesías, cuentos, artesanías, tejidos,  pinturas... Como premio era un remo. Benito prefirió componer una poesía, para declamársela  al Niño Jesús.
 
Muy contento, entra a su casa, y encuentra a su papá pelando las verduras, para preparar un sopa de res. Su mamá; moliendo el maíz para los atoles. Le dice a ellos:

En la escuela, la maestra ha realizado un concurso de navidad; de cualquier estilo. El ganador tendrá un remo. Yo quiero componer un poema y declamarlo para el Niño Jesús. ¡Y lo voy hacer bien! Pero, ¿El Niño Jesús es indio como nosotros? 

El nos quiere mucho sin importarle el idioma, la raza, ni nuestra cultura, en lo que somos  y en lo que  creemos. Le manifestó el papá.
 
El quiere que reine el amor y la paz en nuestros corazones; para que seamos felices. Añadió la mamá.
   
¡Entonces, el Niño Jesús se llena con el color del amor, con sentimiento del pueblo! En estos tiempos de Navidad, compartamos el amor tan solidario que nace en nuestros corazones, y así expresarlo a nuestros hermanos de todos los rincones,  sin fronteras...  Concluyó Benito.

Todas las noches antes de acostarse, le pedía a La Virgen de la Chinita, que le diera ánimos  para componer su obra, y ser presentada en la escuela, para El Niño Jesús. Al terminar de hacer sus peticiones, tomaba su lápiz y papel para inspirarse en su poema:
 
"Niño Jesús bendito
llegaste a la humanidad,
en un humilde pesebre
derramándonos tu ternura y felicidad.                 
 
Ante vos nos acercamos
llenos de fe y humildad
sin distinción de culturas,
de idiomas, de razas,
ni  condición social.
 
Unidos como hermanos
queriéndonos en navidad,             
 se comparte el bonito sentimiento
y todo el amor de verdad.
 
Eres el Niño Jesús de los blancos,
de los negros y de los indios.
Del pobre y del rico.
Del intelectual y del obrero.
Del creyente y del ateo.
                                                                       
A vos no te importais lo que somos,
lo que hacemos,
lo que creemos.
Vale más el amor verdadero
que nace en este tiempo:
Lleno de paz, armonía,
unión y solidaridad,
para compartirlo con nuestro pueblo.
 
¡Y todos reunidos,
estrechemos las manos
y nos amaremos como hermanos,
como siempre has deseado!         
 
En este mundo tan incomprendido
donde seres humanos se matan,
y se hieren unos a otros,
donde no hay respeto ni dignidad por nada,
y la maldad se ha extendido:
El hambre y la miseria,
matan a nuestros niños.
Las enfermedades y dolencias
acaban con nuestras vidas.
 
El odio y la violencia,
anidan sin destino.
La injusticia y vil sentimiento,
se concentran sin compasión.
 
En este mundo que no parece serlo,
es la hora que actuemos con valor:
Estamos en la Navidad,
tiempo de amor y paz,
donde todos los seres humanos
reflexionemos con buena voluntad,
y llevar así el mensaje que nos da la Navidad.
 
¡Como un niño wayuu,
deseo que se extienda mi poesía!
Porque dar y recibir estos dones,
es el regalo más sublime
que nos da la Navidad,
y el Niño Jesús en nuestros corazones
muy contento estará,
y el mundo así cambiará.
 
 Niño Jesús Bendito:
 que en esta Navidad,
 todos los niños, hombres y mujeres
 del mundo entero,
 nos amemos de verdad."
 
BENITO MENDOZA
 
Cuando ya terminó su poesía, se la recitó a sus padres, y llenos de admiración, lo abrazaron mucho, por tener un hijo como Benito. Comenzó a recitarla día a día, hasta aprendérsela de memoria.
 
Llegó el día señalado del concurso. Todos los niños y niñas de la escuela llevaron sus cuentos, dibujos, artesanías, tejidos, canciones... ¡Reinaba un ambiente de alegría  y muchas sonrisas! Cada quien narró su cuento; otros enseñaban sus dibujos, otros sus objetos moldeados de arcilla, plastilina, palmas, tejidos... Mientras que otros, presentaban sus gaitas. Y seguía los aplausos, risas, y ese compartir con los niños y las niñas de la escuela, junto a con sus padres y maestros.

Le tocó el turno a Benito, el único alumno que iba a declamar una poesía compuesta por él mismo. Se aguarda silencio. Con los ánimos en alto, comenzó a declamarla con fuerza. Los niños y niñas, padres, madres y maestras, se quedaron atónitos de cómo Benito haría tal cosa. Recibió el mejor de los aplausos, todos los abrazos, besos, mil felicitaciones... ¡Y fue el ganador del remo! Muy contento con su regalo, lo compartió con sus compañeros para ir de pesca, en tiempos libres, con el apoyo de su padre.

***************************
 
Y así nuestros tres amigos: Carlitos Osuna, Luisito Pabón, y Benito Mendoza; compartieron su NAVIDAD DEL AMOR Y DE LA SOLIDARIDAD, junto a sus seres queridos. Fueron unos niños muy amados por todos.
FIN
PAYASO
 
Original de: SIBONEY DEL REY.
Este poema va dedicado a los grandes,
quienes llevan su niño por dentro.

“Solo el payaso puede reír cuando llora.
Y  cuando llora él, ríen las personas.
Olvidan sus preocupaciones,
ríen lágrimas...
Él es un terapeuta maravilloso.”
(PHIL BOSMANS)

Al igual que tu risa,
la quisiera tener:
¡Cómo alegras tristes corazones,
y agrios rostros!
¡Cómo diviertes a grandes y a chicos
que felices están!
¡Cómo transformas sentimientos marchitos!
¡Con tu reír, lo has logrado!

Payaso, mi buen compañero:
Me enseñas a vivir lo bueno
contagiándome de tus sentimientos.
Con tus mil caras
que desbordan alegrías, ternuras, amor...
¡Así lo multiplicas!

Payaso, mi hermano:
¡Cómo te han burlado!
Te sienten sin importancia,
pues eres para reír y nada más.
¡Hasta te consideran un loco!

No entienden a fondo,
lo que eres en realidad:
Has venido a transformar
la apatía y la tristeza,
que nos persiguen de verdad.

Payaso, mi gentil persona:
¡No te vayas!
¡Quédate conmigo!
Porque junto a ti,
quiero descubrir un nuevo día,
y se reflejen las alegrías que hay en mí.

¡Cómo quisiera descubrir parte de ese universo que nos impacta!
¡Aprender contigo cosas bellas,
que de repente nos imaginamos!
¡Vivir contigo un mundo de ternura!
¡Sí mi payaso! ¡Eso y muchas cosas más,
quiero conocer junto a ti!

Grandes y chicos,
Querrán formar parte de ese sueño:
¡un mágico sueño que realidad se hará!

¡Qué alegre, juguetón y risueño!
¡Qué vivo, soñador y tierno!
¡Mi Arlequín, mi Pierrot!
¡Alegra esas caras y corazones!
¡Esas almas,  miradas,
sonrisas e ilusiones,
que en verdad la necesitamos!

¡No abandones el corazón de grandes y chicos!
¡No dejes de hacernos reír!
Simpatiza el ambiente que nos rodea,
con cariño y felicidad!

Extiende lo bello que hay en ti,
Payaso amigo,
te llevo en mi alma
y ternura de  niño.


EL VENDEDOR DE ESPONJAS

                                                                                                 
EL VENDEDOR:

¡Esponjas, esponjas!
lleve sus esponjas,
¡Ideal para fregar sus platos,
limpiar sus cristales en la ventana,
y en la limpieza de su casa,
para relucir sus ollas!
Aproveche su oferta:
"dos por el precio de una".
¡Esponjas, esponjas!
           
LA AMA DE CASA:

¡Ay señor!
¡Quisiera comprárselas todas!
No solamente para limpiar,
ni fregar platos,
ni relucir ollas...

EL VENDEDOR:

¿Y entonces señora?
¿ Para qué quiere comprarme
todas las esponjas?
Sinceramente, yo no la entiendo.


LA AMA DE CASA:
                                                                                                                                                        
¡Quisiera comprarle todas sus esponjas!
¡No me diga el por qué!
En este mundo tan injusto,
cruel e inhumano,
en este mundo que no parece serlo:
¡Cómo quisiera con sus esponjas
limpiar la conciencia a esas mentes,
que solo piensan en violencia nada más!
¡A seres inocentes que hoy sufren tanto,
víctimas de esta horrible crueldad.

¡Limpiar esas conciencias, empapadas
con un buen y sano consejo,
llenándolas de justicia y valentía,
lustrándolas con esperanza y sentimiento!
¡Quisiera comprarle sus esponjas!
Para brillar esos corazones
encegados por el odio e injusticia,
envenenados por la envidia,
y mala intención,
absorvidos por la intriga y el rencor...
             
Por eso quiero sus esponjas,
señor vendedor,
no hay cosa más bendita y sublime
que limpiar el corazón y la conciencia
a toda la humanidad.
 
EL VENDEDOR:

Bella lección me ha dado,
Señora Ama de Casa,
las esponjas no solamente
lavan, limpian y friegan
las cosas del hogar;
sino también las del corazón,
y la conciencia,
que la humanidad debe tenerlo presente.


                      MUÑECAS



Diálogo entre la Barbie, la de barro y de trapo:

Barbie:
Soy la muñeca más bonita,
y exalto una belleza muy radiante.
Soy la preferida por las niñas del mundo,
por mi hermosura y lindos detalles.

Soy muy costosa y exclusiva.
La de primera calidad,
soy la consentida de todas
y eso alegría me dá.

¡Me siento la número uno
de las niñas que juegan conmigo!
Hasta soy la más admirada
por grandes y chicos.

¡Soy la más destacada y
100% aventajada,
por este mundo internacional.
¡Irradio así, toda mi belleza!

Yo les gano a las muñecas de barro,
y trapo con remiendo.
Soy la favorita de todas,
y de ustedes, me estoy riendo.
¡Jajajaja! ¡Jajajaja! ¡Jajajaja!
 
Barro-Trapo (en coro)
 Somos las muñecas más humildes,
representamos lo criollo y lo tradicional,
que en esas manos maravillosas
es el producto de nuestra identidad   

Barro:
 Soy la muñeca de barro:
 aquella pintada de tricolor,
no tengo rostro ni nombre
porque no soy la mejor.

No tengo rostro ni nombre
y acabaron con mi identidad,
y ahora las niñas de mi pueblo
ya no tienen con que jugar.

Barro-Trapo (en coro):
 Ahora nos echaron sin competencia.
Lo cultural se ha perdido,
ya la niñas felices y de clase
no valoran lo que han tenido.

Trapo (en coro):
  Soy la muñeca de trapo:
 hecha de pabilo, retazos, hilo y algodón.
Aquella muñeca blanca, negra e india,
realizadas con esas manos,
producto de un tierno amor.

¡Me siento despreciada,
inútil  y burlada!
Ya las niñas no juegan conmigo,
porque ya me tienen olvidada.


Barro-Trapo (en coro):
 Sólo tú Barbie, has llegado a burlarnos
con tus nuevos estilos,
la vida infantil de nuestro pueblo
vas cambiando en este siglo.
Barro:
 No tengo rostro ni nombre;
sola, triste y abandonada,
he quedado ahora,
y ni siquiera valgo nada.

            Trapo:
Sólo tú Barbie artificial,
que jamás sabes de humildad,
y más cuando benditas manos
nos hacen con el corazón hecho felicidad. 
                                                                                                                                                                                                   
Barro-Trapo:
 Son esas manos benditas
¡Manos de Dios transformadas en amor!
¡Manos hermosas y mágicas que nos elaboran
con alegría y dedicación!

Nos robaste el sentimiento.
Nos marchitaste la alegría.
Las niñas de clase,
a nosotras ya nos olvidan.
Solo dejamos el respirar
en muchas regiones del país:
somos las preferidas de las abuelas
y las niñas humildes con alma de jazmín.

Infancia de mi patria:
 Escúchennos con mucha atención:
¡Aprendan a valorar lo nuestro,
producto de nuestro folklore!
Luchen por ustedes y
defiendan su identidad.
Rescatemos nuestras muñecas
y conservemos lo tradicional.
¡Que ningún producto del norte,
jamás se burlarán!  
Barro:
¡Niñas humildes de mi pueblo
les habla la muñeca de barro! 
De verdad,
ya tiene rostro y nombre,
porque les habla con  propiedad!

Trapo:
 Les habla la muñeca de trapo
con toda sinceridad,
ya tiene la unión de las razas,
llenas de amor y solidaridad.

Barro-Trapo :
 Niñas humildes de nuestro pueblo,
celebremos con orgullo y empeño:  
a jugar con nuestras muñecas
con alegría y esmero.

Compartimos la risa,
sembramos  ilusiones,
en ustedes niñas de mi patria
que descubren bellos horizontes.

¡Manos tenues de nuestra gente
que nos elaboran con amor!
Dios bendiga esta creatividad,
producto de nuestro folklore.

¡Niñas humildes de mi pueblo!
Almas de rosas en botón,
 compartiremos su infancia
y alegraremos su corazón.


Caraballeda(Edo. Vargas),24/07/96.

JUEGOS


Discusión dramatizada entre la Perinola, el gurrufío, las metras, el trompo, el papagallo, las máquinas  y carros modernizados.

Las Grandes máquinas: (Con rapeo)
Somos las superpotentes máquinas 
fuertes, aguerridas 100%...
Con full baterías a millón,          
si nos agregan mucho dinero,
programamos como robots,  
en los centros de diversión.                                                       
¡Y así todos los chamos,
se alborotan a todo momento y entra la acción!
                                           
El Carro moderno: (Con rapeo)
          
¡Aquí está el carro moderno,
full energía en acción!                                                   
Ando por las autopistas, calles y avenidas.
No me detengo por nada                                     
por mi forma y rapidez;                                                  
los niños del mundo dan la vida.         
¡Hasta en colección ya me tienen!
¿Cómo lo ves?                                                             
                                                                                   
El Nintendo: (Con rapeo)
Soy el Nintendo,
la máquina favorita de grandes y chicos,
donde ellos gritan y gozan                               
a full diversión.                                                                   
En las mañanas, tardes y noches 
no tengo horario,                                                 
pues en juegos soy el mejor.      
                                                                                   
El Gurrufio, las Metras, la Perinola, el Trompo 
y el Papagayo (en coro):       
¿Y cómo quedamos nosotros ahí?
¿Ustedes creen que nosotros no somos juegos?
                       
Las Máquinas y el Nintendo: (Con rapeo)
Ustedes no son nada,                            
son baratones, populachos,
y de material fó fó. 
Los chamos no los quieren,                               
porque no dan full emoción.                                       
En cambio, nosotros somos calidad y prestigio,
fabricados con la más alta innovación,       
prefiriéndonos los grandes y chicos.  

Estamos felices porque somos favoritos,
los padres complacen a sus hijos
sin importarles  el dinero,
usándonos a cada ratico.

El Gurrufío, Las Metras, La Perinola, El Trompo y el Papagallo: (En forma de protesta
¿Con que así es la cosa, juegos innovadores?
Entonces no somos ná,
como nos han denominao.
¡Claro! Somos jugos tradicionales,
y los niños nos van olvidando
porque no servimos pa ná.

Los niños de alta clase los adoran,
los coleccionan y los regalan,
porque pá ellos,
ustedes son felicidá.

Las metras
En cambio se nos ignoran,
porque somos en realidá
el juego de los niños pobres,
y ellos si nos valoran.

Somos su sana diversión:
en horas de recreo, 
salías de clase
y fines de semana.

¡A mucha honra somos metras!
Representamos la alegría
de los humildes niños de Venezuela.

¡Cómo enfocan sus risas,
el compartir y el soñar.
Seremos redonditas y colorá,
porque llevamos el color de la patria!

El Gurrufío:
En cambio ustedes “máquinas locas”
sirven pá que los niños
no puedan jugá con fundamento,                            
y a prepararse con seriedá.                  
Y para  aquellos padres,
“que solamente piensan en divertirse"
se olvidan de la familia,                                     
un buen diálogo y comprensión;                               
entregándose hacia ustedes               
por la adicción,
sin importarles el uso de la razón.
                                                                                   
¡Yo soy el gurrufío   
Me identifico con orgullo y dignidá.                       
Aquí estoy presente,                                                     
jugando con alegría
y decirle la verdad.
                                                                                                                                   
El Trompo:                                       
Juguetes innovadores  y computarizaos:
¿Qué mensajes y qué ejemplos pueden dá?
¿Violencias y vicios?                                
¿Lujos y extravagancias?                                        
¿Derroches y calidad?                                                   
¿ Eso es lo que brindan a nuestros niños?
En cambio,                                                             
nosotros si hacemos identidá,     
porque somos juegos del pueblo,
y de los niños que nos valoran,                           
y de sus padres que les enseñan a usarnos.
                                                                                   
Aunque sea pequeñito y resistente,
feliz me siento al girá:                        
¡como gira el mundo alrededor!                   
Los niños me sueltan la cuerda                                    
y giro en el suelo con emoción,
y entrelazadas sus manitas                        
ellos ríen en unión
                           
La Perinola:   
Juegos tecnológicos del norte:             
¡Ya basta de despreciarnos, 
de ofendernos  y de critricarnos!                            
No nos vamos a humillá ni soborná por ustedes,
porque somos folklore.   
¡Somos una sana cultura que nunca morirá!
Lo que hacen es dañar las mentes 
de grandes y chicos,
enviciándolos hacia una perturbada diversión.
Presentes estamos en las generaciones del mañana,
porque los niños del pueblo,
nos sabrán cultivá con orgullo y esmero.

Taca, taca, taca...
de la sana diversión a mi nadie me saca.
Taca, taca, taca...
¡Fabricá como sea,
soy la perinola!
El juguete de los niños, padres y abuelos,
que al tenerme entre sus manos
estalla un ambiente de emoción,
que brillan entre sus rostros.
Taca, taca, taca...

El Papagallo:
Colorido de esperanzas,
que surcan desde lo alto del cielo.
¡Aquí habla el papagallo
con valentía y sin miedo!
¿Qué saben ustedes de identidá,
y cosas hermosas de mi pueblo?
¡Juguetes potentes y modernos
que vienen del norte a competir con lo nuestro!

¡Claro! Así perdemos valor, historia y futuro.
Sepan que en mi patria,
hay niños que se divierten con sus mamás y papás,
jugando con nosotros.
Ustedes dañan el diálogo y la armonía familiá.
¿Qué se espera de ustedes,
si en esta sociedad,
los niños confundíos están?

¡Yo me expreso con sentimiento
con los colores de mi patria!
donde me elevan hacia el hermoso firmamento,
ondeado por el cálido viento
que es fiel, esperanzador, perseverante...
que al respirá los que conmigo juegan,
es la gracia sublime de Dios.

El Gurrufío, las Metras la Perinola, el Trompo y el Papagayo (en coro):

Todos unidos los juegos de la patria
emprendamos la esperanza
de nuestros niños,
que ningún juguete loco
vengan a desafiarnos sin clemencia.
Unidos grandes y chicos,
madres, padres y abuelos,
todos de nuestro humilde pueblo,
siembren tradición con nosotros,
que el mañana se los agradecerá.

 
(Caracas, 28 de octubre de 1998
Día de San Judas Tadeo).


HIJO DE LA CALLE 

¡Hijo de la calle!                                                    
¡Esperanza perdida!                                            
Mira cómo andas ahora                                    
con el alma perdida.

¡Hijo de la calle!                                                    
¿En qué te haz convertido?                              
¿En un bajo delincuente?                                 
¿O tal vez un ser dañino?
                                                               
¡Hijo de la calle!                
¿Qué eres ahora?                                                
¿Un resentido social?                                           
¿O una decepción azotadora?                      
                                                                                   
En esta sociedad te has transformado
como el símbolo de la pudrición.                   
¡Qué vergüenza ha de sentir el país               
al no acabar con esta indignación!

¡Hijo de la calle!                                        
Mi mano te la extiendo,                         
y mi humilde corazón
a tí te lo entrego.

¡Hijo de la calle!
Triste y sufrido,
tu vida ha sido dura
por un cruel destino.

¡Tanta injusticia y maltrato
que en ti han repercutido!
Has recurrido a un mal camino,
aferrándote a eso.
¡Y mira como andas ahora!

De acabar ese mal abismo, yo te ayudaría:
en darte mi amor y humildad,
estrechándote entre mis brazos
y aconsejarte con sinceridad.
¡Acepta el reto que te da la vida!
¡Rechaza el mal camino que llevas!

¡Sigue adelante mi niño!
Escúchame con atención,
lo que en un futuro
quiero que seas.

¡Hijo de la calle!
No quiero verte más sufrir:
Un buen hogar, cariño y educación,
pronto irás a recibir.

El Dios del cielo te bendecirá,
Mi hijo de la calle,
escúchame por favor,
La sociedad te necesita
¡No te dejes vencer!

Niño valiente y perseverante:
¡Ya no serás más de la calle!

“MATEO Y TEOTISTE”
(Un regalo para el desamparado en Navidad)

            Esta era la historia
            de dos niños:
            dos hermanos queridos,
            que siempre eran alegres,
            ayudando a los demás.
            Con sus padres muy obedientes,
            ¡Eran un bello ejemplo de hogar!

            Un día vieron a un viejecito
            mendigando por las calles de la ciudad:

             -¡Pobre viejito, Mateo!
            el hambre y el frío lo absorverá,
            necesitando una mano amiga
            y un calor de hogar!
            Respondió la niña Teotiste,
            con su corazón lleno de bondad.
            -¡Hermanita, ayudémoslo por caridad,
            llevarlo a casa en esta Navidad,
            aunque no tengamos riquezas,
            con amor se reconfortará!-
            Le contestó Mateo con humildad.
             
            Se acercaron al viejito,
            y le empezaron a hablar:
            -Toma nuestras manos y ven con nosotros,
            que pan y amor te vamos a brindar,
            aunque un corazón te cierre las puertas
            nosotros te la abriremos ya -.

            Acongojadamente, les dice el viejito:
            -Angelitos del cielo,
            Dios los bendiga por siempre
            que a este pobre mendigo
            ha tenido tan  mala suerte,
            en caer en este mundo insolente,
            solo, sin protección,
            sin familia...
            ni un corazón que me pueda atender-

            Van entonces los dos niños bondadosos
            tomados de la mano con el mendigo
            llevándolos a su hogar
            brindándoles todo,
            donde ningún ser, le ha podido dar.

            Vieron sus padres
            este bello gesto de caridad:
            -¡Que buen regalo de Navidad
            este viejito recibirá!-
            Contestaron ellos, absortos de felicidad.
           
            Con un buen baño,
            y ropas limpias,
            el pan y amor compartido,
            obsequiaron los niños
            a este mendigo,
            que luego lo acompañaron
            a un albergue,
            donde personas como él,
            encontrarán el buen corazón
            con todo el afecto y protección.        

            Aprendamos de este heroico ejemplo
            de dos hermanos unidos:
            MATEO Y TEOTISTE,
            con su corazón lleno de compasión
            al desamparado,
            siendo el amor y caridad,
            el regalo que Dios les ha dado
            en esta Navidad.


            SIBONEY DE REY
            (Autora)

                     Caracas, Martes 09 de Diciembre de 1.997.

CUANDO UN NIÑO CAMPESINO ME SONRÍE
                                                           
                                                                                                               
                                                                                                                                              
«Dejad que los niños vengan a mí,
porque de los que son como ellos es
el reino de los cielos».
(Mateo 19-14)


Cuando un niño campesino me sonríe,       
veo en su rostro la esperanza,                       
que es la digna lucha de un pueblo.     
                                                                       
Cuando un niño campesino me sonríe,             
soplan los vientos de alegría,                   
al crecer junto una flor cada día.                      
                                                                                   
Cuando un niño campesino me sonríe,             
siento la bendición del cielo.
Si miraras el interior                                   
de sus corazones,               
¿Qué adivinarías?                                                              
Solamente el reflejo de su ternura e inocencia,
como un Niño Jesús.                                              

Al dar su amor como hermanos
se fomenta la unión.
¡Bondadoso es Dios, cuando nos da su bendición!

Sonrie conmigo niño campesino
que tus esperanzas son buenas,
no son vanas.
Porque si dejas de hacerlo,
¿qué sueños tendrás en el mañana?

Caracas, 29/06/98.-



PARA LOS NIÑOS DEL MUNDO

Hay un lugar en el mundo,
donde los sueños de nuestros niños,
realidad se harán.

Sueños que desde siempre
se lucha por un mundo mejor.
¡No quiero pensar en lo más triste,
donde otros niños viven el horror!

Seres humanos se matan,
y se hieren unos a otros.
No hay respeto por nada.
El hambre y la miseria,
atacan sin restricción.
Las enfermedades y dolencias
anidan sin piedad.
El odio y la violencia,
corren sin destino.
Mientras que el analfabetismo,
los azota sin consideración.

Nuestros niños quieren ver un hermoso amanecer:

Donde exista:
Comprensión y ternura.
Amor y sinceridad.
Alegría y libertad.
Sonrisas y felicidad.
Justicia e igualdad,
Compartir y solidaridad.

Nuestros niños quieren un mundo:
Sin distinción de razas, idioma y religión.
Clase, cultura y nación.
¡Unidos formemos una rueda
 y cantaremos una canción!
¡Un canto sin fronteras,
donde todos los niños 
nos amaremos desde el corazón!


SIBONEY DEL REY (Autora)
 Caracas, Diciembre del 1.996


EL SAN NICOLÁS DE MI PUEBLO

 
 
Poema dedicado a  EDUARDO LÓPEZ
“El Poeta del Morralito”.

Pienso que eres el San Nicolás de mi pueblo,
pues en tu morralito,
llevas muchos obsequios:
besos, cariños, sonrisas, abrazos...
para aquellos quienes lo necesitan.

¡Qué lindo es verte 
como el San Nicolás de mi pueblo!
Un negro tierno, franco y solidario.
Un negro sensible, amable y adorable.
Con tu carisma,
has conquistado el corazón de grandes y chicos.

En tu morralito llevas poemas.
¡Sí, esos poemas de luz y recuerdos!
Que al escucharlo de tus labios,
no sabes cómo enciendes la alegría.

"Quiero que Papá Noel (o Papá Morralito) 
nos regale en navidad mucha alegría,
y cuando sea grande,
pueda recitar hermosas poesías".
Así lo dirá Albita,
cuando reciba de ti ese inmenso cariño.

"Quiero que mi San Morralito,
me lleve a cantar parrandas,
para sentir la alegría,
en esta nochebuena".
Así lo expresarán Eduardito y Ludmila,
al estrechar sus bracitos con los tuyos.

Yo no creo en esos Santa Claus, ni en Papás Noel.
Sólo creo en un San Morralito,
que reparte cariño y alegría,
para aquellos quienes lo necesitan.

Morralito: ¡Eres el San Nicolás de mi pueblo!
Caracas, 20/12/04

SEMILLA SORPRESIVA


Cayó del cielo una semilla
bajo tierra fértil.
Y quedó ahí.

La madre tierra la enternecía
pensando que era una semilla de flor.
¡Hasta de las abejas la celaba!

La semilla crecía y crecía,
y la madre tierra al sentirla,
vió que no era flor.

¡Era el retoño de un bebé
fecundado en la tierra!
¡Era una semilla sorpresiva!

Así fue ese sueño,
que en una noche tuve.
¡Acaricié mi vientre!

Han pasado muchos días,
y mi vientre no es el mismo.
¡Llevo sembrado una semilla!

Su corazoncito late.
Sus movimientos me estremecen.
¡Soy la madre tierra dentro de mi vientre!

Hoy llevo en mi vientre,
Una semilla de amor.
¡Bendición de Dios!

¡Soy la madre tierra dentro de mi vientre!
Y llevo una semilla:
La semilla del amor, la semilla de la vida... 

Caracas, 05/12/05

  POEMA PARA EL BEBÉ QUE LLEVO ADENTRO


Canta la vida
al nacer una bella flor.
Canta el inmenso cielo,
al fecundar luz y amor.

Quiero cantarle a mi bebé
el ser que llevo dentro de mí:
capullo de ternura,
hecho rosas y jazmín.

¿Será hembra o varón?
Más adelante lo he de saber.
Cuando escucha mi voz,
se siente un regocijo con querer.

Baila al son de mis movimientos,
al oír una buena canción.
Su alegría me llena de vida,
cariño y vigor.

Cuando vengas al mundo,
infinitas  sonrisas te daré.
Tu mami te cantará,
con dulzura y querer.

Tu padre se sorprenderá,
y tu hermanita también:
¡Somos una familia
de amor y enternecer!

La naturaleza se engalana
de brillo y esbeltez
¡hermoso bebé de mi vida
que Dios te envió para nacer!

Canta la vida,
al nacer una bella flor.
Canta el inmenso cielo,
al fecundar luz y amor.
SIBONEY DEL REY

Caracas, 22 de marzo de 2006


NIÑO SOLDADO


Poema dedicado a quienes son víctimas
del conflicto armado: NIÑOS Y ADOLESCENTES ,
y viven bajo el horror de la guerra.
También está dedicado a los niños y adolescentes,
 armados en las barriadas.
¡Quiero volar con un pájaro imaginario,
de plumaje multicolor!
¡Que sea grande, tierno y solidario!
Y me lleve a volar por los mundos de paz y amor.

Quiero ver los rostros de la infancia,
que ríen y comparten en navidad.
Como también ver otros rostros
donde no sienten, ni conocen esta época especial.

Un guarandol imaginario...
¡Ese es el pájaro que quiero,
y el mundo voy a recorrer!

Volé al norte del continente,
y abismada quedé:
“Un niño adolescente,
disparaba  en su salón de clases,
con odio inclemente.
¡El suicidio!
Acabó su vida ciegamente”.

Sigo volando y casi muero con mi pájaro amigo:
“Con ráfagas de balas,
disparaban con tanta saña y violencia,
familias que entrenaban a sus niños,
para formarlos en las guerras.
¡Criminales marines del mañana!”

Mis lágrimas eran sangre,
como las de mi pájaro querido:
“Ver la cultura de la guerra,
tan ciega para esos niños”.

Repudiaron el mensaje de paz y amor
que les traíamos.
¡Querían destruir estas plumas!
¡Las plumas de LA ALEGRÍA y LA PAZ!

Nos fuimos al Centro y al Sur del Continente.
Recorrí las barriadas, las favelas, las villasmiserias...
llenas de peligro, de miedo,
de hambre, de llanto...
¡De tantas patrias hermanas!

Alarmada quedé,
por lo que mis ojos vieron:
“Niñas, niños y adolescentes con armas,
expertos en matar, agredir y robar”.
¡Qué inclemencia Dios mío!
¿Por qué esto ha de suceder?

Bajé a esos desalmados barrios,
a darles amor a esos seres.
Bajé a esas calles,
y con amor, a esos niños iba a socorrerles.

El guarandol me dio sus mágicas plumas,
y aparecieron LA SONRISA, LA TERNURA, 
EL COMPARTIR...
Florecieron LA SOLIDARIDAD, LA UNIÓN, 
LOS VALORES...

Cambiaron sus armas por libros.
¡Tenían sed de aprender!
Crecieron muchas escuelas y liceos
¡hermosa obra en superarse como es!
Surgieron educadores,
Y sembraron VALORES.
Vi a muchos padres y a madres,
dándoles a esos niños, niñas y adolescentes,
el buen ejemplo a seguir.
“El hogar es la edificación del calor familiar”.

Contenta abracé a mi guarandol,
al ver como transformó la vida
de esos ángeles del Señor.

Como un viaje mágico a otros países,
volé con mi amigo:
Mis ojos se llenaron de amargo llanto.
Mi corazón reventaba de injusticia y rabia,
al ver niños con armas en sus manos,
para defenderse del enemigo atroz.

Vi al niño colombiano
transformado en paraco.
Su mirada era de horror,
para hacer daño.
También lo vi guerrillero,
con un fusil entre sus manos.
Me expresó con sentimiento:
“¡Camarada, reza por mí que soy tu hermano!
¡Tengo que luchar por mi patria,
que la han sangrado tanto!”

Vi a niños palestinos, saharauis, iraquíes,
kurdos, ruandeses, somalíes,
kenianos, afganos, pakistaníes,
liberianos,  serbios, croatos,
de Sierra Leona, los de Siria, 
y los de Vieques en Puerto Rico;
y hablaron con su corazón en llanto:
“Me siento un hombre
al tener un arma entre mis manos.
Quiero proteger mi territorio
del malvado invasor.
De aquellos que mataron mis sueños,
y a mis padres sin clamor.
Destruyeron mi hogar,
 mi escuela,  mis hermanos...
y no tuvieron dolor.
Bombardearon mi pueblo,
dejándonos con el hambre hecha horror.
¡Tengo que vengarme del enemigo invasor,
y moriré como un hombre,
sino salvo mi patria hoy!”

El guarandol perdía su plumaje multicolor.
¡Mi corazón partido en pedazos,
veía con impotencia,
el drama de estos ángeles del Señor!

¿Quién no recordará al niño de Centroamérica
en el siglo pasado?
¿Del niño vietnamita,
 camboyano y yugoslavo?

Mi pájaro amigo soltó sus plumas,
y se transformaron en PAZ,
LIBERTAD, JUSTICIA Y DIGNIDAD.

El criminal y enemigo invasor desapareció.
Llegaron bendiciones que del cielo cayó.
Sus armas, en lindos sueños se convirtieron.
¡Sueños con tener una linda infancia de verdad!

Les devolvieron sus hogares,
sus escuelas, sus juguetes,
sus alimentos,
su cielo, sus estrellas...

Nunca antes vi en el mundo
bañando de FELICIDAD,
al sentir con ALEGRÍA el rostro de estos niños.

¡Guarandol, solidario amigo!
Tus mágicas plumas multicolor,
es el sueño que anhela cada niño hoy.


SIBONEY DEL REY (Autora)
Pampanito (Estado Trujillo) 25/12/07


MI MUÑEQUITA DE SABA
Poema dedicado a las niñas de  Etiopía.


Mi muñequita de Saba
tiene piel canela,
ojos color pimienta,
y boquita de estrellas.

Sus cabellos llevan ebras de oro,
como toda Reina de Saba.
¡Qué linda es mi muñeca!
¡Mi muñeca de África!

Cuando cae la noche,
mi Muñequita de Saba
duerme cuál angelito del cielo.
Parece estar soñando,
o estar en el país del caramelo
           en el país de mil sonrisas,
           en el país de la magia y de los sueños.

Mi muñequita de Saba
se adorna con trocitos de diamante,
                                    de rubí,
                                    de esmeraldas,
                                    de zafiros,
                                    de cristal...

Si jugaras con las niñas de mi tierra,
también ellas se alegrarán al tenerte.
Las niñas de Los Andes,
las niñas del Oriente,
las que bailan tambores,
las que tocan cuatro,
las que declaman poemas,
las que juegan la zaranda,
las sueñan con ser estrellas...
¡No querrán dejarte, porque tu belleza es reluciente,
desde Caracas hasta todo el occidente!

Si tuvieras en mis brazos,
cantaría para tí una canción de cuna.
¡Consentida muñeca de mis hijas,
corazón desbordado de alegrías!

Mi muñequita de Saba
tiene piel canela,
ojos color pimienta,
y boquita de estrellas

SIBONEY DEL REY
(Autora)
Caracas, 02/10/09


SI TUVIERA EL PODER DE HACERLO…



Si tuviera el poder de hacerlo, lo hago:
construir toda una vida junto a tì,
consolidar la familia,
la paz y la armonía.
Mis hijas, seràn tus hijas.
Tu hija, la mía también será.

Si no puedo darte hijos,
tomarè un infante huèrfano de Haitì,
palestino,
sirio,

libio,
saharaui,
congolés,
etíope,
hindú,
salvadoreño,
hondureño...
o un niño de mi pueblo,
que no tiene madre ni padre,
y la vida nos lo dará
en forma de bendición,
para darle a nuestro nuevo hijo,
un techo,
calor de hogar,
vida,
justicia,
paz,
y pan.

¡Si tuviera el poder de hacerlo, lo hago!
¡Porque amo la vida,
amo la justicia,
amo a la humanidad,
como te amo a tí!
¡Amaré a ese hijo que la vida nos da!

SIBONEY DEL REY
(25/12/10)

LOS OJOS DE MIS HIJAS




El color de los ojos de mis hijas
son como el higo azucarado.
Ya sabrán el por qué llevan una dulce
y tierna mirada.

Boconó (Estado Trujillo) 02-01-2011



¡PROTEGE SEÑOR A LOS NIÑOS DE LIBIA!



Quien tenga sensibilidad,
eleve una oración por los que está pasando en Libia,
y por toda la humanidad que vive en guerras.

La imagen de estos niños,
no debe quedar impune.
No soporto la indolencia de un imperio,
que masacra pueblos,
y hagan estas aberrantes cosas,
a nombre de la libertad. 

No soporto mis lágrimas,
cuando mi corazón implora,
componer un poema para los niños huérfanos de Libia,
quienes perdieron su hogar,
sus padres,
sus hermanos...
¡Gracias al imperio de la maldad,
que bombardea pueblos, a nombre de la libertad!

Siboney del Rey
(Poeta Venezolana)

¡PROTEGE SEÑOR A LOS NIÑOS LIBIOS!

La imagen de un niño solo, huérfano, entre ruinas...
es la desgracia tan afrentosa del imperio,
que ataca sin piedad a tantos pueblos.
El imperio es el diablo 
que recorre el mundo con odio y saña,
adueñándose de las riquezas 
que producen muchas patrias.
El diablo siembra odio, horror, miseria y llanto.
El diablo destruye el amor, la paz, la risa y el canto.
Mientras que exista el imperio diabólico y depravado,
nunca veremos la sonrisa de un niño
que sueña un mundo justo y humano.
A ese niño que sobrevive en ruinas....
¡Protégelo Dios Santo!
Un niño libio, no podrán arrancarle 
la ternura de sus labios
ni el sueño de ser ciudadano,
que defienda la patria de todos sus hermanos.
¡Proteja Señor a los niños libios,
del demonio asechando sin quedar vivos!

(Caracas, 20 de marzo de 2011)

POEMA DE AMOR HECHO PARA UNA MADRE



Autora: Ludmila Ayelén Godoy Soler

Tus ojos brillan en la luna.
Tus ojos brillan en tu cara
¡Porque le das una gran sonrisa!

Tu sonrisa y tus ojos
hacen reír para el sol,
como a la luna.
¡Brillan en tu cara
cuando vas al parque
y cuando vas a soñar!

Te veo soñando entre la luna.
Te veo soñando entre el sol.
Te veo soñando con la brisa
¡Con el amor de las dos!

Pampanito (Estado Trujillo), 18/05/11.




"EL NIÑO DE SARAJEVO"

El niñito de Sarajevo,
vivió el horror de la guerra.
Perdió a su madre y a su padre.
¡Iba como en alma en pena
buscando quién lo abrace!

Yo tenía 14 años,
cuando estalló la guerra en Sarajevo.
Ví el rostro de ese niño
y el alma me estalló en pedazos.

¿Quién te dará amor de madre?
¿Quién te arrullaría en sus brazos
y te cante una canción para que duermas?
¿Quién te levantará todas las mañanas con un beso
y te lleve a la escuela?
¿Quién te enseñará a rezar el Padrenuestro,
para que los ángeles de cuiden?
¡Ay Niño de Sarajevo,
mis lágrimas de muchacha
también fueron mi verso!
No pude soportar ver tu silencio
hecho dolor,
hecho rabia y desconsideración.
¿Por qué mataron a tus hermanos,
a tus padres
y destruyeron tu escuela?

El enemigo nunca se conduele
del dolor ajeno.
El enemigo ríe con el dolor,
con el hambre,
con el llanto...
¡de todo un pueblo!

¡Ay Niño de Sarajevo!
¿Qué corazón te abrigará en un pecho,
al darte un hogar
y ese inmenso amor del bueno?

Pasaron más de dos décadas,
cuando estalló una guerra en Sarajevo.
En pleno siglo XXI,
se siguen matando inocentes niños
y bombardeando pueblos.

¿Por qué Dios mío,
se permite que destruyan el sueño
del hombre y la mujer del mañana?
¿Qué planeta vamos a darle,
si le matamos su humanidad?

Si el niñito de Sarajevo existe,
en algún lugar del mundo
estará luchando todo un hombre,
lleno de valor y dignidad.

Caracas, 22-05-2013.